sábado, 7 de julio de 2012

Quiero mi maldíto blog

Quiero mi blog, mi espacio... es decir, estoy "tan bien" sin él pero lo extraño en estos momentos. Cuando estoy mal, cuando quiero expresarme, cuando necesito alguien que pueda "escucharme". Quiero mi blog y la sensación de bienestar que me daba de vez en cuando. Estoy agotada de tratar de hacer las cosas bien y fallar. De quejarme por todo y de volver a esta situación. Terngo todo lo que quiero pero maldición... qué me pasa? Como, no como, vomito, como demasiado bien, subo, me mantengo, bajo... las jodidas ganas de bajar, de perder estos 20 o 30 o ya no sé cuántos kilos que me sobran pero que parece que no porque diría que todos a mi alrededor me quieren así y bah... soy una gorda deseada o algo por el estilo y no sé qué pensar sobre eso porque me da asco si lo analizo... no sé. Quiero cortarme, y llorar, y gritar que todo está mal pero no... simplemente no... entonces¡?

lunes, 4 de junio de 2012

Y volaré con las alitas empapadas en sangre

Ni siquiera me atrevo a pensar en que alguna vez tendré familia. No quiero que se me entienda eso como que reniego de todo lo que se me ha dado y de las personas que siempre han estado allí dándome su apoyo. Sucede que, entiendo que una familia está conformada por varias personas cuyo vínculo es cercano y en la cual hay buena relación entre los integrantes. Por eso, mi familia no es familia.

La situación es que mamá está en el limbo de su vida, donde lastimosamente terminó siendo un estorbo no solo para los demás, sino para ella misma. Yo lo sé, ella lo sabe. Y no es que me guste esta sensación, por el contrario me siento miserable al pensar eso. Mi propia madre, la que me dio vida, esa mujer cuyas arrugas son el recuerdo de un pasado que ahora parece no valer nada; ni la experiencia, ni la sabiduría, ni nada. Es como su todo su existir se halla reducido a ser una mujer madura sin pasado, ni presente, ni futuro.

Sé que tengo que ayudarla, sé que debería hacerlo. Bueno, ya lo he pensado antes y creo que siempre llego a la misma idea. 

Ella seguramente vendrá, un día como cualquier otro, con sus pocas pertenencias y una sonrisa que mendiga compasión. Me dirá que ha cambiado y que nos tocará aguantarnos pero al final todo saldrá bien. Fingiré como que me importan sus palabras y más aún, plantaré semillas de falsa esperanza con el fin de que la amargura no se pose en nuestros corazones desde el primer momento.

Así pasarán nuestros días y yo, agobiada por la magnitud de mis responsabilidades, mi mal genio y el suyo, me diré una vez más que todo fue un error desde el momento en que nací y le reprocharé lo inconforme que siempre he estado con mi vida. Ella, con la culpa (que nunca he logrado saber si en verdad es culpa) de su pasado, se pondrá tan gruñona como siempre, y alegará que todos estamos en contra de ella y que se irá y no sabremos más de ella.

Si tan solo supiera que eso sería tan horriblemente maravilloso... me siento como un monstruo al pensar esto, pero me gana el sentimiento de alivio que ello me brinda. Si, he pensado tantas cosas que sería bonito el que se me ocurriera algo nuevo... su muerte, la mía...

Después de que sintamos que ya la cosa no da para más, pensaré en finalmente darle un maldito fin a este circulo tan absurdo de nuestras vidas. Compraré pastillas, o veneno, o me colgaré de un techo. Es verdad que mi futuro puede ser muy prometedor, pero y qué? Supongo que la idea del suicidio nunca ha dejado de parecerme provocativa.

Y es así como terminará la historia, un final para todo este mal rollo. Menos mal que nunca me entusiasmaron los finales felices :p


domingo, 25 de marzo de 2012

En mi conciencia reina la miseria

Qué puedo decir? No creo que haya llegado a sentir tanta culpa en mi vida. Ni las pastillas ni las botellas, ni los días de ayuno o de escapadas al baño, nada se compara con esto.

Me siento horrible, siento que hasta mis monstruos más internos y venenosos se asombran y me miran con cara de decepción, de pena ajena, de vergüenza. En qué me he convertido? Acaso esto es lo que tanto busqué y esperé? Pues vaya desgraciada la que se muestra en el espejo.

Confundí el concepto de cariño, de amistad, de confianza... Violé mi propia intimidad, la apuñalé descaradamente sin casi que me importase, como si fuese algo tan insignificante que daba igual tenerle o no. 

Por Dios, no quiero echar culpas a nadie ni a nada pero no puedo evitar pensar en todo lo que ha tenido como resultado esta actitud tan poco digna. 

Mamá me volvió a preguntar si sigo bajando de peso.

Sé que soy una maldita gorda, no me lo tiene que recordar. Todos los días, al menos unas 10 veces me miro en el espejo, me peso, me vuelvo a mirar una y otra vez y cuando ya estoy lo suficientemente insatisfecha conmigo misma, me elaboro una sonrisa cuyo único objetivo es complacer a ese monstruo que me dice que no coma, que si lo hago hay que vomitar, que debo volver al gym a matarme de ejercicio, que la ropa me queda muy mal, que nadie me va a querer así.

Como puede alguien quererme si no soy capaz de aceptar mis cualidades y dejar, por un instante, de pensar siempre en mis defectos?

viernes, 23 de marzo de 2012

El Hijo pródigo

Como cuando aquel muchacho moribundo, despojado de riquezas y aceptables vestiduras, sin más cara que la del arrepentimiento, vuelve a los brazos de su viejo pero paciente y amoroso padre; así vuelvo yo. Con el alma desnuda y el corazón menos negro que antes, llena de valentía y un coraje inexpresable (que espera paciente para ser demostrado) el cuál aprovecho lo más que puedo, mientras dure.

Sobra decir que eché de menos escribir, desahogarme por este medio... pero no me arrepiento de haberme alejado, porque lo hice a tiempo. Me convertí en una marioneta de este monstruo obsesivo. Lo sigo siendo pero ya no quiero que más personas se vean afectadas por ello. Ahora quiero hacerlo bien, por mi y para mi. 

Me cuesta describir lo que siento en momentos como este pero puedo decir que más que tristeza es una alegría casi infinita. Como cuando inicias un nuevo viaje del que sabes aprenderás muchísimo, pero tienes que saber tomar buenas decisiones. Yo me he equivocado, como todos... muchas veces. Pero de nada me arrepiento porque eso no sirve, yo solo aprendo y procuro no cometer los mismos errores.

Pero vamos! necesito hacerlo. Esto me alimenta, me llena de euforia, de realidad, de fantasía, de ilusiones, de perspectivas! Ya, me controlo... En verdad extrañaba esto. 

Muchos cambios, como lo leyó la linea de mi mano. Nueva casa, nuevas amistades, nueva apariencia, nuevas metas y por primera vez en mucho tiempo puedo decir que ahora si voy progresando. Me he recuperado y aunque a veces desfallezco, ya no es tan cruel como antes. Mi espíritu más que agobiado está en un stand by de aprendizaje, atento para no caer pero libre y calmado.

La sonrisa que dibuja mi rostro tiene una esencia más pura, casi como la de una niña. Puedo decir que tengo la vida que siempre quise y no puedo evitar estar agradecida, pero sé que puede ser mejor (lo de ser ambiciosa no ha cambiado para nada xD) y de eso se trata la vida! no solo caerse y levantarse... sino de darse golpes más o menos duros y de idear el cómo levantarse más rápido o de una forma que duela menos.

Me voy, con mis sueños a hacerlos realidad... pero en el intervalo de aquel proceso el compromiso conmigo misma es acordarme de esta parte de mi vida, de esta porción que dejo guardada en un blog de recuerdos y sentimientos, que siempre me espera para ir a la par conmigo.

Efe <3